domingo, 26 de julio de 2009

'>

Exploradores intentan averiguar cuánto tardará en fundirse el Ártico


Tres exploradores británicos viajaron a finales de Febrero de este año hasta el Polo Norte para
recabar datos sobre la velocidad a la que se está fundiendo el océano glacial Ártico, en la misión científica sobre cambio climático más importante de los últimos tiempos.

Pen Hadow, director de la expedición; Ann Daniels, guía y responsable de intendencia, y el fotógrafo Martin Hartley partieron a finales de febrero hacia la cuenca de Canadá, desde donde han empezado su travesía de cien días hasta el Polo Norte geográfico. Su misión no es llegar allí, ya que los tres, veteranos exploradores, lo han hecho en otras ocasiones, sino reunir el máximo de información sobre el hielo, la nieve y el agua que pueda servir a los científicos para predecir cuánto años de existencia le quedan a esa masa de hielo. Para el proyecto, que cuenta con un presupuesto de tres millones de libras (3,2 millones de euros), el ingeniero Michael Gorman, de la Universidad inglesa de Cambridge, ha diseñado un radar portátil capaz de penetrar la superficie para determinar el grosor de la capa de nieve o hielo. Con este aparato, llamado SPRITE, el equipo del Catlin Arctic Survey tomará mediciones cada diez centímetros, de los 1.200 kilómetros que recorrerán desde su punto de partida, en las coordenadas 80ºN-140ºW, hasta su destino. Actualmente, los cálculos sobre cuánto tardará en fundirse el océano Ártico varían mucho, con proyecciones de entre cinco y cien años, por lo que “los políticos no tiene material suficiente sobre el que basar sus decisiones”, señaló hoy Hadow en una rueda de prensa. Partes de ese océano, donde viven especies animales como los osos polares, las focas o las morsas, se funden cada año en verano, para volver a congelarse en invierno cuando apenas hay sol. Sin embargo, en los últimos tiempos y por el cambio climático, ha aumentado el ritmo de fundición, lo que ha dado lugar a más lagunas de agua oscura que absorben la luz solar (al contrario que la nieve, que la refleja) causando el aumento de la temperatura del agua y más deshielo.

Madre exploradora

Hace algun tiempo un submarino ruso llegó al fondo del océano Ártico y plantó una bandera de su país debajo del Polo Norte como reclamo simbólico de esa región rica en materias primas. Según los eruditos en la materia, en ese lugar se encuentran el 25% de los recursos mundiales de petróleo, diamantes, oro, gas natural y otras riquezas. Bajo la declaración, El Ártico es nuestro, Rusia desencadena la que podría ser la mayor disputa de la historia. Cuatro países son los que entran en la pelea por el territorio, Rusia, Dinamarca, Canadá y Estados Unidos. Estas naciones, desde hace décadas, ya se habían dado cuenta de que el polo norte es rico en recursos naturales, pero no pudieron acceder a ellos porque los materiales eran cubiertos por decenas de metros de hielo. Actualmente, debido derretimiento de los polos por el calentamiento global, es más fácil llegar al tesoro natural. Rusia tomó la delantera. El deshielo de los polos genera dramáticas consecuencias ambientales en el mundo, por eso, ya se están realizando campañas en diversos países para frenar el calentamiento de la tierra. Pero parece ser que hay algunos a los que les urge que los polos se derritan lo más pronto posible. Y es que hoy ya se libra una feroz batalla internacional por esa zona geopolítica clave que encierra un tesoro incalculable. Rusia colocó su bandera en el fondo del Ártico usando el mismo estilo de Estados Unidos cuando puso la suya sobre la superficie de la luna. Pero Tom Casey, portavoz del departamento de Estado de E.U. comentó con ironía la expedición rusa: Desconozco si han plantado una bandera metálica, una bandera de plástico, o si han cubierto el fondo con una sábana. No tiene trascendencia Pero si hubieran sido ellos entonces sí sería legítimo, ¿no?. Rusia alega ante la ONU que parte de ese territorio le corresponde porque, según ellos, es una prolongación continental de su país a través de Siberia. Dinamarca la reclama para sí al argumentar que es una extensión de Groenlandia. Canadá menciona lo mismo mientras que Estados Unidos entra a la pelea al decir que la zona también es una prolongación de Alaska. ¡Vuelan los zopilotes! Lo chistoso de todo esto es que el Pentágono está preocupado por cuestiones de seguridad ya que Estados Unidos no tiene aún los barcos, ni el entrenamiento ni la tecnología adecuada para patrullar el polo norte. ¡Huuuy! Quién lo iba a imaginar, el gobierno de Jorgito Buch se preocupó más por corretear a Bin Laden (a quién no ha encontrado) que por prepararse para la guerra de los polos. Lo triste del asunto es que, mientras unos se preocupan por frenar el acelerado calentamiento de la tierra, otros se soban las manos y se lamen los bigotes esperando el momento en que desaparezca el hielo que cubre el tesoro mineral y energético. Se dice que en unos cuantos años se podrían agotar las reservas naturales de petróleo en el mundo por lo que, si eso sucede, el polo norte se convertirá en el único lugar sobre la tierra que sea capaz de proporcionar el combustible. Así es como la lucha por el control del Polo Norte está abierta. Los países involucrados sólo dejan ver ambición y poder sin importar el daño que está sufriendo el planeta. Seguramente esto desencadenará lo que el
Clarín.com denomina como una de las grandes batallas del siglo XX.

*Videos relacionados a la nota (click aqui)

Lucha Por El Polo Norte (Artic Rush – New York Time Reporting)

No hay comentarios: